Existen dos grandes grupos de personas, los fundamentalistas de la razón, quienes piensan justamente que la razón debe predominar por sobre los sentimientos y también los fundamentalistas de los sentimientos, con argumentos tan válidos como los del anterior grupo. Después esta el resto de las personas, que suelen congeniar con alguna de las dos filosofías en determinado momento y/o situación. Los hinchas del primer grupo tildan de ingenuos a los segundos, y los fundamentalistas de los sentimientos tildan de frios a lo razonadores. A veces caminan por la misma vereda (claró está que si siempre así fuere no existirían conflictos), pero la mayoría de las veces chocan, y uno debe optar por una filosofía u otra, en una lucha capaz transtornar cabezas.
lunes, 17 de abril de 2006
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