viernes, 9 de diciembre de 2005

Sufran Malditas Perras I

  Carta de Divorcio
 
 
    Te estoy escribiendo esta carta para manifestarte

que he decidido dejarte,  para bien de los dos.
He sido una buena mujer para tí estos siete años,

y sin embargo no puedo mostrar nada bueno que me haya tocado a mi.

    Estas dos últimas semanas han sido un infierno: Tu jefe llamó para
decirme  que habías renunciado al trabajo hoy, y eso fué lo máximo
que pude soportar.
   
    La semana pasada, viniste a casa y no me mencionaste nada
acerca de mi  corte de cabello y el arreglo de mis uñas; cociné

tu comida favorita y  hasta usé un nuevo negligee.

Llegaste a casa y comiste en dos minutos, y  te fuiste directo a

dormir después de ver el juego de pelota. No me dices más que me amas,

no me tocas ni nada. O me estás engañando con otra o no me amas más.

Cualquiera que sea el caso, me quiero ir, te bandono.
   
P.D:  No trates de buscarme. Tu hermano y yo nos mudamos a 

         West Virginia juntos.  Que tengas una buena vida.
   
   
                                                                       Tu ex-esposa.
   
   
Querida Ex-esposa:
   
   Nada me hubiera causado mayor alegría que recibir tu carta.
Es verdad que  tú y yo hemos estado casados 7 años, aunque

eso no significa que hayas sido una buena mujer.

Todo lo contrario. Yo miro mucho los juegos para tratar de

ahogar el aburrimiento que me causan tus constantes quejas y 

malas actitudes. Qué malo que no funcionó nuestro matrimonio,

porque yo te amaba.
   

    Yo si noté que te habías cortado tu cabello, y la primera cosa

que me vino a la mente fue: "¡¡¡Luce como un hombre!!!"
   
Pero mi madre me enseñó que si no puedo decir algo bueno de alguien,

es mejor no decir nada.
   
   Cuando cocinaste mi comida favorita, debes haberme confundido

con mi hermano, porque yo dejé de comer cerdo hace casi 7 años.
   
   Me fuí a dormir cuando te pusiste ese negligee, porque la
etiqueta con el precio todavía estaba pegada a la prenda. Recé pidiendo que
fuera coincidencia que mi hermano me pidió prestados 50 dólares esa
misma mañana y la etiqueta de tu negligee marcaba $49,99. Después de todo
esto, como todavía te amaba, sentí que todavía podíamos resolver lo
nuestro. Así, que cuando descubrí que me había ganado el lotto de diez millones
de dólares, renuncié a mi trabajo para tener todo el tiempo para tí, y
además compré dos boletos para Jamaica. Pero cuando llegué a casa, tú te
habías marchado.
   
   Todo ocurre por una buena razón, creo. Espero que tendrás la
vida que siempre deseaste. Mi abogado dice que por la carta que me
dejaste, no recibirás ni un centavo de mí. Así que cuídate mucho.
   
    P.D. No se si alguna vez te comenté ésto antes, pero mi 
           hermano, Carlos, cuando nació, se llamaba Carla.

            Confío en que ésto no te será un problema.
   
   
                                                               Firmado, Rico y Libre!!!

1 comentario:

Gabriela dijo...

Jaaaaaaaaa! Mortal!
Otra otra dalee! sisisi :D