miércoles, 9 de febrero de 2005

Confesión (parte 1)

Irse duele, y volver también, y nacer y morir ¿Qué?... porque a fin de cuentas, apenas puedo creer que estoy vivo, y que voy a morir, con todo lo que eso importa, y con su total irrelevancia, y hasta quizás lo evite, y entonces, ¿Qué? Entonces nada... para variar, me descubro como un montón de nada, ni siquiera de tristeza...
Aunque querramos ser distintos, somos todos iguales, y nadie ha escapado al ciclo de perpetuo disconformismo, de inquietud,d e nada y el nosequemepasahoy, que tenemos todos instalados, inclusive los que lo niegan, los que se lo niegan, pero que no nos hace especiales a quienes conocemos su existencia... quizás sea nuestro motor de avance, es todo, pero es también el desencadenante de la frustración existencial que nos azota y nos persigue... y a todo esto, sólo sé que moverse hiere tanto como la quietud, y yo sólo sé hacer esas dos cosas, y no sé cómo no hacer ninguna...
¿Me enseñas a no sufrir?
¿Y vos, preciosa me preguntás mi camino?
Sólo reconozco mi huella si me la mostrás, y de verdad me gustaría decir como todos, que es un círculo, pero ni siquiera estoy seguro de eso... y no sé si hay uno...
¿Buscar soluciones a problemas que no existen?
¿No decidir nada, es mi decisión?
¿Para qué decidir algo sin beneficio?
¿Y para qué buscarle beneficio a cada opción?
¿Quién me augura un futuro que no puedo entrever?
¿Quien me da esa fé en que ¨puedo¨?
¿Quién me hace soñar con fronteras inalcanzables tocarlas, verlas huir de mi mano y me tortura, cada noche, y me llena de fuerza, y de angustia, y de paz, y dolor?
En un mundo donde la fantasía de hoy puede ser realidad mañana, ahí crecí...
¿Donde está la realidad?
¿Está en donde antes estaba lo etereo, lo fantaseoso?
Lo verdadero está entonces, en tus ojos, y en tu mente, adentro, afuera, y ahí....
¿Hay algo?
¿Vale la pena bucear en el sitio mas peligroso del mundo, donde es fácil perderse buscando cosas que quizás no existen? y si existen...
¿Querés conocerlas?
¿Utilidad?
Conocer el poder de comunicacion de los silencios,
¿Entendés el hambre que tengo de cosas que?...
¿Nno necesito?
Puedo respirar sin ellas, pero no vivir. Y eso que vale tanto no cesa de cambiar hoy soñe como soy en verdad, y no puedo recordarlo... no cejo en mi intento...
¿Pero y si me mata? Sólo acuerdo que me dolió la lejanía de ese sueño, como si JAMAS pudiera armar el rompecabezas pero la visión del puzzle completado, estuviera ahí, no muy lejos, y de eso dependiera mi vida.

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